Pongamos Robledo en valor (11): Rio Cofio: una joya a conservar.

 

PONGAMOS ROBLEDO EN VALOR (11):

Rio Cofio: una joya a conservar

El rio Cofio nace a 1722 m. de altura en la Sierra de Malangón (Pegerinos, Ávila), tiene una longitud de 51 Km, con un caudal medio entre 0,65 y 0,90 m³/s. y desemboca en el río Alberche (Madrid) a una altura de 570 m. (Coordenadas: 40°23′46″N 4°18′53″O). Atraviesa el término municipal de Robledo de Chávela, además de suministrarnos un recurso tan necesario para la vida como el agua, da cobijo a una variada fauna que se asienta en los  alrededores y que se encuentra en peligro de extinción como son,  la cigüeña negra (Ciconia nigra) y el águila imperial ibérica (Aquila adalberti).

Además de estas emblemáticas aves, gracias al buen estado de conservación de nuestro río, todavía es posible observar otras especies, como el bonito martín pescador (Alcedo atthis) y el mirlo acuático (cinclus cinclus).

Como muchos de nuestros vecinos recordaran, en abril de 2012 se rompió la presa del Cofio, provocando el vertido de lodos tóxicos, que se habían formado en el vaso de la presa, debido a los vertidos que generan las granjas de ganado vacuno asentadas río arriba. Pero como se suele decir, las desgracias nunca llegan solas, y además, en agosto de ese mismo año, en plenas fiestas patronales, unos desalmados se dedicaron a provocar varios focos de incendio en distintos puntos de los montes que rodean nuestro pueblo, provocando uno de los incendios más terribles que ese año asolaron la comunidad de Madrid, dejando el rio lleno de cenizas y contaminándolo más aún.

Debido a estos daños, la Confederación Hidrográfica emprendió los trabajos de limpieza del vaso de la presa y reforestación del cauce. En septiembre de 2014 se procedió a la demolición de la misma, devolviendo el rio a su aspecto anterior a la construcción de una presa, que carecía de sentido.

En la composición podemos observar tres estados. La foto superior muestra la

presa tras la rotura; en la central se observa su estado tras el incendio, el comienzo de los trabajos de reforestación en el cauce, y el mirlo acuático.

La imagen inferior muestra su estado actual, seis años después. Los montes se han ido regenerando naturalmente, ya que la  reforestación prometida por la comunidad de Madrid nunca llegó.

Gracias a los trabajos de la Confederación Hidrográfica, el cauce de la antigua presa ha vuelto a ser un rio lleno de vida y en excelente estado de conservación, que confiemos podamos disfrutar por muchos años y en el que hoy podemos seguir observando a la joya de nuestros ríos, el mirlo acuático.

                                                                            José Antonio Fimia    

                                                              Anillador científico de aves

 

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