Efemérides: Guadalupe Grande; lo humano en el centro
Guadalupe Grande nació en Madrid en 1965, y murió allí el 2 de enero de 2021. Licenciada en Antropología Social; fue responsable de la actividad poética de la Universidad Popular José Hierro, San Sebastián de los Reyes, Madrid, y también sostenedora de La Ciudad de la Poesía.
Hija de poetas, Francisca Aguirre y Félix Grande, y nieta del pintor
Lorenzo Aguirre, ella creía que la poesía era una manera de ayudar a la gente a ser más libre. Muy crítica con los sistemas de enseñanza, decía que la poesía tiene que existir, para que podamos seguir siendo seres humanos; seres humanos desobedientes y críticos.
https://www.youtube.com/watch?v=oTDZf06Vz_A
Publicó los libros de poesía El libro de Lilit, (Renacimiento, Premio Rafael Alberti 1995), La llave de niebla (Calambur, 2003), Mapas de cera (Poesía Circulante, Málaga, 2006 y La torre degli Arabeschi, Milán, 2009), Hotel para erizos (Calambur, 2010) y Métier de crhysalide (antología en traducción de Drothèe Suarez y Juliette Gheerbrant, Alidades, Évian-les-Bains, 2010). Colaboró también, como crítica literaria, en diversos diarios y revistas culturales, como El Mundo, El Independiente, Cuadernos Hispanoamericanos, El Urogallo, Reseña, etcétera.
Amaba la fotografía; en el año 2008 obtuvo la Beca Valle Inclán para la creación literaria en la Academia de España en Roma. Desde entonces, y partiendo de una formación autodidacta, empieza a trabajar seriamente con imágenes, desarrollando un lenguaje poético-visual propio que aún se puede observar en su blog Caja de Luz, junto a un poema precioso, “La rumía”
http://guadalupegrande.blogspot.com/
En relativo
Que el mundo es imposible. Que las
calles no pueden cabernos en el pecho.
Que nada cabe en el hueco que le
está destinado y así nos van las cosas.
Que las hojas de los árboles
siguen cayendo y el mar sigue diciendo una palabra que no podemos descifrar: una palabra en
movimiento, una palabra en la que cabe el tiempo.
Que estamos hechos de tiempo, pero
no de mar.
Que llevamos la cuenta del tiempo
que vivimos, mareados, como si pudiéramos llevar las cuentas del mar.
Que contamos la lluvia de los días
y los pasos tartamudos de las horas.
Que hacemos balance de minucias.
Que se nos caen las palabras de la
boca, sin entenderlas, como la nieve se aturde en al asfalto.
Que confundimos la nieve con la
sal, los relojes con la sangre, el pecho con un garaje, y nos consolamos
creyendo que todo es relativo, como este pronombre.
De “La llave de niebla”; Calambur,
2003
Para terminar, un poema recitado
por ella misma,
https://www.youtube.com/watch?v=BIub_nDheo4
Y, precisamente ahora, en que lo
humano parece desaparecer, gracias Guadalupe, por la poesía que nos permite
seguir siendo humanos.
Elina Pereira Olmedo
Caminante entre los mundos,
poeta y médica de familia
El Trío Liaçon Alfredo Calvo (acordeón), Irene de la Hoz (guitarra) y Lola Bossom (contralto), actuanon el pasado 14 de diciembre en el Auditorio Caja de Música del Palacio de Cibeles. Rindieron un emotivo homenaje a Guadalupe Grande, fallecida hoy hace un año.
Reproducimos una de sus interpretaciones, se trata de una pieza de Jacinto Chiclana, musicada por Ástor Piazzolla y letra de Jorge Luis Borges.