Clicar aquí
👈👈👈
Pongamos
Robledo en valor (21): Molinos de cubo en el rio Cofio (1ª Parte)
Próxima
publicación (22): Utensilios y recipientes de la harina (2ª parte)
Los molinos hidráulicos, y en particular el molino de cubo, fueron introducidos en la Península ibérica por los árabes. La primera crónica documentada que habla sobre su existencia data del año 800 y está incluida en el acta de fundación del Monasterio de san Emeterio y san Celedonio de Taranco situado en el río Mena, en la comarca de las Merindades de Burgos. Según otras crónicas, los molinos hidráulicos eran ya muy frecuentes en todo el territorio peninsular en el siglo X.
Los molinos de cubo del río Cofio, a falta de documentación y prospección arqueológica, tienen una factura que puede datar del siglo XVI, posiblemente de origen musulmán y reconstruidos a lo largo de la historia. En muchos casos estos molinos han estado funcionando con altibajos durante 1000 años, llegando hasta mediados del siglo XX en uso. En opinión de M. Bloch (1935), el molino hidráulico harinero no solo constituía un avance de tecnología punta medieval sino también un cambio en la historia social y económica.
Su difusión represento una revolución técnica de largo alcance. En primer lugar, tenía un rendimiento muy superior a los molinos tradicionales de mano o de sangre. Por otra parte, permitía transformar grano en harina, y por lo tanto en riqueza lo que otorgaba a sus propietarios el control sobre la fase final del proceso productivo agrícola en sociedades cuya economía estaba basada en la producción y consumo del cereal.
Los molinos hidráulicos fueron una revolución tecnológica en la época medieval al igual que la máquina de vapor en la Revolución Industrial.
Los molinos de cubo se construían sobre todo en las riberas de ríos poco caudalosos en ciertas épocas del año, como puede ser el río Cofio en Agosto, por la razón que el cubo permitía al molinero acumular el agua necesaria para impulsar el rodete del molino en una molienda y después debía esperar a que se volviese a llenar el cubo para realizar la siguiente.
El grano se echa en la Tolva o Tramoya, pasa por la Canaleta y con una pieza especial de madera, llamada Triquitraque accionada por el mismo árbol, se hace caer los granos en el molino por el Ojal. Siendo la Navija la pieza que reparte el grano perimetralmente sobre la piedra solera.
El molino, propiamente dicho, lo componen las dos piedras solera y volandera, estando la solera fija a su base y la volandera fijada al árbol que le transmite el movimiento, que daba como resultado, la harina. (Continuará)
Redacción: Ernesto
Rozalén
Fotografía: Manuel López (Manu)
Email: ateneoantoniorrobles@ateneoantoniorrobles.org
Facebook: https://www.facebook.com/ateneo.antoniorrobles.1
Instagram: https://www.instagram.com/ateneoantoniorrobles/?hl=es
Blog: https://ateneo-robledo-antoniorrobles.blogspot.com/
Youtube: https://www.youtube.com/channel/UC5olix6TRMLcS4vy_MqN-lQ