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Oficial Ministerio de Sanidad (Actualizado a las 18 horas del 02/4/2020)
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para
un tiempo de
SOLEDAD
(31/03/2020)
Por circunstancias no
buscadas, nos vamos a ver obligados a permanecer un tiempo recluidos en
nuestras respectivas viviendas. Acostumbrados como estamos a los abrazos y a
los besos en nuestras formas de salutación, y a una intensa vida social, ésta distancia forzosa nos deja carentes de ese
contacto que sostiene la vida humana.
Los tres poetas miembros
fundadores del Ateneo de Robledo Antoniorrobles: Elina Pereira Olmedo, Alberto
Infante Campos y Miriam García Abad nos hemos unido en estas circunstancias y,
junto con José Manuel Cabezas Fernández, agente vendedor de la O.N.C.E. en
Robledo de Chavela, ofreceremos todos los martes un espacio denominado “Poesía para un tiempo de soledad”.
Desde él pretendemos acompañarnos, compartir
ese calor humano que nos da un abrazo, un beso una presencia.
Juntos lo conseguiremos.
El formato será variable,
texto, audio o vídeo.
“Tiempo
de amar”
"La poesía es una búsqueda y un encuentro con una misma. Cada poema
constituye el relato de una experiencia, una manera de construirse una misma,
una y otra vez. Y entre uno y otro, el silencio".
Más información en:
Escribe desde los 20 años.
Tiene publicados 9 libros. Hizo crítica de poesía en la revista La Luna de Madrid en los años ochenta.
“Estado
de alarma”
Vendrán días duros,
vendrá la muerte y tendrá
muchos ojos,
vendrán, están ya aquí,
la soledad, el aislamiento,
la ira,
vendrán la depresión, el
reproche, la rabia,
la industria de la mentira y
del odio
propagará su brutal
pestilencia,
vendrán el insomnio y sus
monstruos,
vendrá todo eso y mucho más
pero vendrán también otras
cosas:
el sol y la luz de la
mañana, por ejemplo,
la música a coro en balcones
y patios,
los aplausos y las risas del
ingenio imbatible,
la ternura de ancianos y
niños,
el ejemplo de quienes dan,
el calor de quienes llaman,
el breve, silencioso paseo
para comprar el pan
o el periódico, el lujo de
las calles desiertas.
el íntimo espectáculo de
nuestro personal interior.
No digas entonces que te
aburres,
que no se puede hacer nada.
Se puede abrir los armarios,
sacar las viejas fotos,
limpiar la cocina y los
baños
recordarte a ti mism@,
ofrecerse. Vendrán días
duros,
no digas que no te avisé.
Sin embargo, se puede,
siempre se puede.
Alberto
Infante Campos
Es
autora de Des-asíntota, amante del aprendizaje. Es una mujer capaz de ver en el
arte la expresión, tímida o no, del feminismo y la alquimia.
Una
lectora, en constante búsqueda de su realización personal y la felicidad de
vivir esta, su vida.
Pásate a saludarme:
Mi libro en Amazon: https://www.amazon.es/as%C3%ADntota-viveLibro-Miriam-Garc%C3%ADa-Abad/dp/8417170448
EUNOIA
Llevo
encerrada 20 días,
leyendo
a Josef Ajram y cuidando tulipanes.
¿Podemos
verlo todo con los ojos?
O
sentirlo con el corazón,
¿No
estamos en el mismo sitio?
Quizás;
Habrá muchos de vosotros que sigáis pensando la cantidad de
cosas y planes que os estáis perdiendo por estar en casa.
No es
mi caso.
Yo, no
paro de crecer, de dedicarme tiempo y a los míos a pesar de estar lejos:
leo
más, duermo más, como más también.
Hace
semanas que ya no pienso en la primavera que me estoy perdiendo,
esos
preciosos y verdes Jardines de Luxemburgo llenos de flores y rayos de sol, en
París;
para
nada.
Ahora es tiempo de crear la primavera dentro de mí, y de ti
también.
Veamos
este confinamiento así;
La
Tierra después de todo, nos estaba mandando señales,
sus
pulmones ya no podían respirar,
entre:
la contaminación, el cambio climático, el descomunal incendio de Australia…
La
lista no acaba ahí.
Literalmente
la estábamos perdiendo,
y aquí
estábamos todos, tapándonos los ojos.
Nos
dedicábamos a odiarnos más que a amarnos,
habíamos
olvidado lo que significa la palabra solidaridad;
la
necesidad de los niños era sobre todo pasar tiempo con sus padres.
Todos
estábamos buscando cómo hacernos de oro para poder comprarlo todo,
olvidándonos
de que la felicidad, esa, no se compra.
Dábamos
todo por hecho,
los sanitarios
pasaban desapercibidos, pero no tanto los futbolistas.
El
estrés nos estaba comiendo por dentro
y no dejábamos de crear fronteras para separar las razas.
Ahora,
vemos
que, nada importa si no nos cuidamos unos a otros,
que la
libertad de cada uno empieza en la persona que tenemos al lado.
Que
estábamos viviendo muy deprisa y muy inconscientes.
Pero,
como nada es imposible, ha llegado el día en el que el mundo se ha parado,
gracias
a eso, nuestro Planeta ha recuperado el aliento.
Las
personas, de casualidad, sabemos lo importante que es dar abrazos y amarnos.
Las
familias están juntas.
Hoy, ya
no tenemos tanta prisa.
Miriam García Abad